Después de un baño a todos nos apetece secarnos al sol, pero cuidado! Debemos respetar la fisiología de nuestra piel e hidratar adecuadamente el organismo. Nos conviene seguir unos consejos básicos que permitirán broncearnos progresivamente sin sufrir las consecuencias de una dosis solar excesiva.
Usar medidas de fotoprotección adecuadas tanto relativas a cremas solares (de un factor adecuado al tiempo de exposición solar, para más información siguiente post), como a indumentaria (gorros, vestir de colores claros) además de medidas externas tipo sombrillas o parasoles.
Hidratarnos adecuadamente con bebidas no azucaradas ni tampoco alcohólicas. Lo ideal, agua o zumos.
En caso de enrojecimiento excesivo de la piel (a lo que nunca deberíamos llegar) el uso de cremas hidratantes tipo after-sun es lo más adecuado. Importante: Aplicar la crema tantas veces como la piel la necesite.

Si además de todo ello notamos mareos o visión borrosa puede deberse a un exceso de exposición solar con lo que deberemos obrar en consecuencia.
Vayamos al sol pero con preacución.

Formulando nueva dosis informativa