Desde tiempos prehistóricos los humanos nos desplazamos a pie en busca de comida y refugio, es decir, en busca de comodidad y seguridad. En la actualidad nos desplazamos en coche y contamos con un techo donde guarecernos, cama, nevera y sofá.
El practicar ejercicio se ha convertido en una necesidad para mantenernos en buena forma física. Lo que antes era algo cotidiano, tan normal como el comer o dormir ahora ya no lo es tanto.
Practicar ejercicio físico a cualquier edad mejora nuestra calidad de vida y puede retrasar la aparición de patologías crónicas tales como la hipertensión o el colesterol. Además mejora la autoestima lo que reporta beneficios en nuestro optimismo y en definitiva a nuestra actitud frente a las vicisitudes diarias.
Pero el efectuar cualquier actividad debe realizarse de manera progresiva, eligiendo la que mejor se adapta a nuestro estilo de vida y costumbres para que sea más fácil seguir una rutina. Cualquier deporte debe realizarse de forma regular y sistemática para obtener todos sus beneficios.
Para mantener en forma las articulaciones, huesos, músculos y cartílagos contamos con suplementos alimenticios interesantes como pueden ser el colágeno, el magnesio o el ácido hialurónico que contribuyen al mantenimiento de los mismos.
Movamos el esqueleto cada uno a nuestro propio ritmo.
Formulando nueva dosis informativa
Bailando me paso el día bailando….
Toda la razón, nos hemos vuelto muy sedentarios y poco sociables. Muy malo para la salud física y mental.
Cierto Luis!
Esperemos que vayan cambiando las costumbres 😉
Gracias por tu comentario
Un abrazo