Una delgada línea separa lo real de lo virtual y más hoy en día. Todavía recuerdo con un punto de nostalgia aquellos inmensos catálogos donde los representantes nos mostraban el género; sin embargo ahora podemos verlo en la pantalla del ipad, en más dimensiones de las que en principio podríamos imaginar.
Nuestra vida ha tomado un giro interesante y algo vertiginoso. Da un poco de miedo ver lo inmersos que estamos en este mundo y no solo por eso, sino por la dependencia que a raíz de ello nos hemos creado.
Es innegable las ventajas que supone el avance tecnológico en muchos campos, no tan solo en el de la salud. Las máquinas y sus capacidades han permitido que tengamos una vida mejor, creadas para ayudarnos en nuestras tareas diarias.
Aprendamos a usar la tecnología sin convertirnos en victimas de ella. Tomemos las riendas de nuestra vida y seamos nosotros quienes decidamos, en la medida de lo posible, hacia donde la enfocamos. Nuestra felicidad depende de ello.
Practiquemos más los chats en 3D, es decir, al modo tradicional.
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Formulando nueva dosis informativa