El tres es un número mágico. Eran los mosqueteros, las gracias de Rubens y hasta las carabelas que surcaron los mares en busca de tierras desconocidas.
Los medicamentos empezaron a fabricarse con una molécula principal llamada principio activo acompañada de una secuencia de excipientes, propias de cada laboratorio que amalgamados de forma correcta se convierten en un comprimido, sobre o solución que se prescribe, comercializa y dispensa.
Pero las cosas inevitablemente evolucionan y empezaron a combinarse las moléculas para facilitar su dosificación y mejorar la adherencia al tratamiento; a ese respecto tenemos a día de hoy combinaciones de dos y hasta de tres principios activos en una misma forma farmacéutica. Ya lo dice el dicho no hay dos sin tres.
Esperamos ver lo que nos depara el futuro puesto que la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas no dejan nunca de evolucionar.
A mis chicos.
Formulando nueva dosis informativa