No todo lo que brota es verde y sale de la tierra, esto ha quedado claro este verano a muchas madres, padres, niñas y niños de la isla.
Resulta que este caluroso y húmedo verano ha traído consigo un brote de impétigo, enfermedad infecciosa de la piel causada por dos tipos de bacterias: Streptococcus pyogenes y Staphyloccoccus aureus. Estas bacterias suelen infectar la piel sana, pero pueden atacar también pequeñas lesiones o tras la picadura de un mosquito.
Las zonas afectadas suelen ser cara, brazos y piernas; se propaga por contacto directo persona a persona y puede manifestarse como un enrojecimiento con costras o como una ampolla llena de líquido.
El tratamiento indicado es antibiótico por vía tópica y por vía oral de ser necesario, y tras la cura es normal que se produzca despigmentación en la zona lesionada.
Es más común en niños, y por ello es aconsejable tomar medidas preventivas como evitar el contacto con otros niños afectados, lavarse las manos frecuentemente, cortarse las uñas, y en definitiva medidas higiénicas para evitar el contagio.
El otoño se acerca y el calor y la humedad, que favorecen esta infección, se van quedando atrás. Por lo que un poco más de paciencia para acabar con este brote, que no ha llegado a ser una epidemia, sino un aumento en el número de casos de impétigo.
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