Muchas son las causas que pueden provocar que se enlentezca nuestro tránsito intestinal. La frecuencia con la que evacuamos es cambiante en cada persona y puede ser tan normal dos veces al día como una vez cada tres. Cada persona tiene su propio ritmo.

Cuando esta frecuencia habitual se modifica (cambios en la alimentación, viajes, estrés o bien otras causas menores) intentamos ponerle remedio. Somos animales de costumbres y cualquier cambio en nuestra rutina habitual siempre nos afecta.

Normalmente recurrimos al remedio más rápido que son los laxantes cuando además deberíamos modificar hábitos alimentarios, beber más líquidos y hacer  ejercicio para modificar la velocidad de nuestro tránsito.

Los laxantes deben ir acompañados de una gran cantidad de agua, mucho más si son aquellos formadores de bolo que contienen fibras y derivados puesto que si no lo hacemos pueden provocarnos el efecto contrario.

Como ya indicamos en un post anterior la toma de probioticos y/o prebióticos también puede ayudarnos a mejorar en calidad y cantidad la flora intestinal y en definitiva ser una herramienta más para mejorar esta incómoda situación.

Formulando nueva dosis informativa.